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Llega la primavera
y con ella
las chicas lagarto
(no me malinterpreten mal, pero)
comienzan a ocupar su lugar,
reclamando
por derecho propio
Bancos, escalones
piedras, césped
y demás.
Todo lo que el sol bañe,
vamos.
Algo que tampoco
es de extrañar.
Sean comprensivos.
Tienen un corazón
que calentar.
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2 comentarios:
seguro que tienen los pies y las manos frías
llegan, ocupan su lugar y nos hacen sentir un poco más pequeños e insignificantes...
qué coño, quizás lo seamos.
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