lunes, 22 de diciembre de 2008

[Stand by].

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Y esperas, siempre esperas
mientras las nubes se alejan.
Tejes tapices de recuerdos,
cual Penélope,
que luego has de deshacer.
Esperas.
Mientras las camareras
vuelven a enamorarse
de cualquier tipo
que las haga llorar.
Esperas, siempre esperas
mientras las esquinas
continuan siendo una esperanza
de tropiezo vertiginoso,
de casualidad.
esperas con la mirada fija
en el retrovisor
aferrandote a una sombra,
a la oquedad que dejan
las tardes de una primavera
que ya es otoño
esperas con la idea
de que el viento siempre
nos devuelve las vetustas melodías
que un día fuimos
capaces de entonar
Esperas, esperas...
hasta que dejas de esperar.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Volvemos a casa, otra vez.
A salvo del frío de la ciudad,
a salvo de la escarcha, a salvo de ti.

La calefacción encendida,
el sudor resbalando por la frente
pero el corazón permanece helado,
tan helado que el mas leve roce
consigue reducirlo a añicos.

Y el suelo todavía por barrer.